También en la capital de nuestra Comunidad, Santander, hace 70 años, el viento Sur se adueñó de las calles de Santander arremetiendo contra unos ciudadanos acostumbrados a su virulencia y a los efectos que sobre la vida cotidiana tienen 'las suradas'. Aquél día, sábado para más detalle, las cosas se fueron poniendo peor conforme avanzaba el día y lo que comenzó como un fuerte viento Sur terminó siendo un auténtico ciclón con una velocidad de 140 kilómetros por hora. Se aliaron chispas y viento y el centro de Santander, el que guardaba su más antigua historia, se quemó como si fuera yesca, arrasando 376 edificios de la ciudad y privando de su hogar, y de su forma de vida, a cientos de santanderinos. Afortunadamente sólo falleció una persona, un bombero de Madrid.
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